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Este jueves se cumplió un año desde el nombramiento del fiscal especial para la trama rusa, Robert Mueller, caso que busca establecer si es que el equipo de campaña de Donald Trump se coludió con funcionarios del Kremlin para ganar la elección de 2016. 

A raíz de ello el mandatario llamó al caso a través de su cuenta de Twitter “una caza de brujas”, argumentando que no se ha probado obstrucción o colusión. 

Mientras el abogado de Trump, Rudolph Giuliani, asegura que el presidente no puede ser acusado, otros afirman que, aunque las normas lo impiden, no es imposible acusar al mandatario.

Tal es el caso del senador demócrata Richard Blumenthal, quien dijo explicó que “la guía del Departamento de Justicia dice que un presidente no puede ser acusado, pero nunca ha sido desafiada en una corte, no hay precedente. Yo les garantizo que hay muchos resquicios legales que apuntan a que un presidente no puede ser acusado mientras ejerce su cargo, pero yo creo que sí puede ser inculpado porque nadie está sobre la ley“.

En un año el fiscal Mueller ha presentado 75 cargos criminales contra 22 personas, de las cuales 5 ya se han declarado culpable.

A pesar de esto, el equipo del mandatario planea un contragolpe: Giuliani y la defensa de Trump presionarán legalmente al fiscal para que desclasifique cuánto dinero ha gastado en la investigación sin encontrar pruebas en su contra. 

El Senado, en tanto, concluyó que Rusia ayudó a Donald Trump a ganar las elecciones presidenciales. 

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