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El Departamento de Estado notificó a la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, la decisión de Estados Unidos de retirarse de la organización y de procurar establecer una misión permanente de observación.

Esta decisión no se tomó a la ligera, y refleja las preocupaciones de los Estados Unidos con los atrasos crecientes en la UNESCO, la necesidad de una reforma fundamental en la organización, y la tendencia anti Israel continua en su interior.

Los Estados Unidos indicaron al Director General su deseo de seguir colaborando con la UNESCO como Estado no miembro observador a fin de aportar opiniones, perspectivas y conocimientos especializados de los Estados Unidos sobre algunas de las cuestiones importantes emprendidas por la organización, incluida la protección del patrimonio mundial, abogando por las libertades de la prensa y promoviendo la colaboración científica y la educación.

De conformidad con el artículo II (6) de la Constitución de la UNESCO, el retiro de los Estados Unidos entrará en vigor el 31 de diciembre de 2018.

Estados Unidos seguirá siendo miembro de pleno derecho de la UNESCO hasta ese momento.

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