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Cero, sí CERO peso extra para nuevos fiscalizadores pero sí para un nuevo edificio en Iquique. Así se aprobó este año el presupuesto de la Contraloría General de la República. Órgano clave del Estado, pero que trabaja con obstáculos.

Uno de ellos:  que no se le aumenten los recursos para lo más relevante, mientras el gasto público creció un 10%. Mientras el trabajo aumenta. Sólo el 2016: 20% más de peticiones a Contraloría por parte de esos mismos parlamentarios que aprobaron un presupuesto deficiente.

No es el único problema. El órgano que vela por el cumplimiento de normas y buen uso de recursos públicos, no puede requerir información a la Unidad de Análisis Financiero.

Tampoco revisar las cuentas que tienen en bancos privados muchos servicios públicos. Sólo banco Estado está obligado informarle.

Obstáculos denunciados por el propio Contralor cuando acaba de revisar 320 servicios, detectar problemas en 114 y denunciar a Fiscalía 5 casos. Pero todos sabemos que las penas para estos delitos son bajas.

Cuando la corrupción es la amenaza moderna de la democracia, cuando es inmoral gastar mal los escasos recursos de todos, es más grave arriesgar a la Contraloría a que sea un león, pero un león sin dientes.

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