El Consejo General de RN proclamó esta tarde a Sebastián Piñera como el candidato de la colectividad a las elecciones presidenciales de noviembre, tal como lo hizo antes la UDI. Como era de esperarse, las reformas del gobierno de la Nueva Mayoría son la plataforma sobre la que ambas colectividades y el propio candidato lanzan su candidatura. Hoy Piñera clasifica las opciones de los chilenos en las elecciones de noviembre como una disyuntiva entre “perseverar en el camino equivocado” o “enmendar el rumbo”.
El ex-presidente aprovecha su momento político que le ha propiciado un bloque ordenado, aunque aún debe competir en primarias su nominación frente al senador Manuel José Ossandón y el representate de Evopoli, Felipe Kast.
En 2 dias ha sido capaz de comunicar los lineamientos principales de su ideario, mientras en la Nueva Mayoría aún parecen buscar el camino para agrupar fuerzas dispersas y superar diferencias internas, incluso al interior de los partidos que la conforman. Asi, las respuestas al ex-mandatario aparecen como poco articuladas para el fin mayor que debería ser la defensa de sus reformas y la proyección del conglomerado para un nuevo período presidencial.
Parece demasiada ventaja, aunque aún resten 8 meses.
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