Las calles y parques vacíos suelen ser el panorama recurrente en la capital durante enero y febrero. Los tacos y las multitudes de los malls desaparecen, pero mientras unos se van, otros llegan.
Son los turistas extranjeros que en vez de optar por los hielos de la Patagonia o los cielos del Valle del Elqui, llegan a Santiago. Y es que según medios extranjeros, entre ellos el New York Times, los atractivos de la capital van desde lo patrimonial hasta lo gastronómico.
Reconocida por su variedad de frutas y verduras, y por los constantes gritos de sus locatarios es la Vega Central el mercado más grande y extenso de la capital.
Aquí los turistas no sólo buscan sabores frescos y de calidad sino que una nueva experiencia de colores, olores y sabores.
Además de La Vega, otros lugares como el Parque Forestal es parte de los destinos imperdibles en donde en verano, en vez de chilenos, son turistas quienes sacan fotografías al Museo Nacional de Bellas Artes, realizan tours y aprovechan de relajarse en uno de los grandes pulmones verdes que tiene la ciudad.
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